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Poemas inspiradores cortos nuevos y clasicos

Última actualización marzo 2, 2024

Un poema es una musicalidad en la prosa, una cadencia y todo un género que no ha dejado de deleitarnos desde hace tiempos remotos. Sentimos placer al leer un poema y queremos que nuestros lectores también lo sientan aquí, ahora mismo. Presentamos a continuación poemas inspiradores: nuevos y clásicos para compartir.

Poemas inspiradores cortos nuevos

Anónimo 1

En el jardín del alma,
florecen sueños sin fin,
cada día es una promesa,
un nuevo inicio para crecer feliz.

Anónimo 2

El sol besa la aurora,
la esperanza renace en su fulgor,
cada amanecer es un lienzo en blanco,
donde pintar los sueños con amor.

Anónimo 3

En el eco del silencio,
se esconde la fuerza del alma,
respira profundo y avanza,
pues dentro de ti habita la calma.

Anónimo 4

En el rincón más oscuro,
brilla una luz sin par,
encuentra tu camino,
y déjate llevar por esa paz.

Anónimo 5

La lluvia acaricia la tierra,
y renace la vida en su caer,
así también en cada lágrima,
hay un renacer para aprender.

Anónimo 6

Como las olas besan la orilla,
así la vida abraza el alma,
con cada ida y venida,
nos enseña que la esperanza no se acaba.

Anónimo 7

En el susurro del viento,
se esconde la voz del destino,
escucha con el corazón,
y encontrarás tu camino.

Anónimo 8

Como las estrellas en el cielo,
así brillan nuestros sueños,
infinitos y eternos,
guiándonos en nuestros empeños.

Anónimo 9

En el abrazo del ocaso,
se esconde el suspiro del día,
cada despedida es un nuevo comienzo,
en el ciclo eterno de la vida.

Anónimo 10

Bajo el manto de la noche,
florecen sueños en el alma,
en la oscuridad más profunda,
hallamos la luz que nos guía y calma.

Anónimo 11

Como el río que fluye sin cesar,
así la vida sigue su curso,
fluimos con ella, sin resistir,
confiando en su divino pulso.

Anónimo 12

En el eco del silencio,
resuena la voz del corazón,
escucha su suave melodía,
y encontrarás la paz lejos de la confusión.

Anónimo 13

Como las aves que surcan el cielo,
así volamos hacia nuestros sueños,
sin miedo al viento ni al desvelo,
con la certeza de ser dueños.

Anónimo 14

Bajo el cielo estrellado,
encontramos la magia de soñar,
cada estrella es un deseo cumplido,
por el universo, dispuesto a entregar.

Anónimo 15

Como las montañas tocan el cielo,
así nuestros sueños alcanzan la eternidad,
firmes y majestuosos,
en su grandeza y su realidad.

Anónimo 16

En el susurro del bosque,
se esconde la sabiduría ancestral,
escucha con atención su mensaje,
y encontrarás la paz celestial.

Anónimo 17

Como el sol que siempre brilla,
así la esperanza nunca muere,
en cada amanecer renace,
en cada corazón que crece.

Anónimo 18

En la sonrisa de un niño,
se esconde la pureza del alma,
en su inocencia hallamos el milagro,
que enaltece la vida y la realza.

Anónimo 19

Como las flores que adornan el prado,
así la belleza se despliega en el mundo,
en cada pétalo, en cada color,
encontramos la gracia del ser primor.

Anónimo 20

En el latido del corazón,
se esconde la esencia del ser,
en cada palpitar, en cada emoción,
hallamos la fuerza para renacer.

Poemas inspiradores clásicos de grandes autores

Síndrome (Mario Benedetti)

Todavía tengo casi todos mis dientes
casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.

A un general (Julio Cortázar)

Región de manos sucias de pinceles sin pelo
de niños boca abajo de cepillos de dientes
Zona donde la rata se ennoblece
y hay banderas innúmeras y cantan himnos
y alguien te prende, hijo de puta,
una medalla sobre el pecho
Y te pudres lo mismo.

Deletreos de armonía (Antonio Machado)

Deletreos de armonía
que ensaya inexperta mano.
Hastío. Cacofonía
del sempiterno piano
que yo de niño escuchaba
soñando… no sé con qué,
con algo que no llegaba,
todo lo que ya se fue.

Despedida (Alejandra Pizarnik)

Mata su luz un fuego abandonado.
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña.

Desvelada (Gabriela Mistral)

Como soy reina y fui mendiga, ahora
vivo en puro temblor de que me dejes,
y te pregunto, pálida, a cada hora:
«¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!»
Quisiera hacer las marchas sonriendo
y confiando ahora que has venido;
pero hasta en el dormir estoy temiendo
y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?»

La montaña rusa (Nicanor Parra)

Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
Y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
Echando sangre por boca y narices.

 

En paz (Amado Nervo)

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Sueños (Langston Hughes)

Aférrate a tus sueños
porque si los sueños mueren
la vida es como un pájaro de alas rotas
incapaz de volar.
Aférrate a tus sueños
porque si los sueños se marchan
la vida es como un campo yermo
cubierto de escarcha.

Vida (Alfonsina Storni)

Mis nervios están locos, en las venas
la sangre hierve, líquido de fuego
salta a mis labios donde finge luego
la alegría de todas las verbenas.

Tengo deseos de reír; las penas
que de donar a voluntad no alego,
hoy conmigo no juegan y yo juego
con la tristeza azul de que están llenas.

El mundo late; toda su armonía
la siento tan vibrante que hago mía
cuando escancio en su trova de hechicera.

Es que abrí la ventana hace un momento
y en las alas finísimas del viento
me ha traído su sol la primavera.

La vida (Fernando Pessoa)

La vida es una posada en el camino donde debo
quedarme a esperar hasta que llegue por mí la
diligencia del abismo.